El Cerro Mono, el Cerro Pajarito y el Mavicure son los lugares que le dan vida a la leyenda de los indígenas puinave en la que una hermosa princesa se convirtió en la flor de Inírida. Situados en el macizo guayanés, a cincuenta kilómetros de la capital del Departamento, estos inmensos cerros se levantan para permitirnos realizar actividades de tipo recreativo como el senderismo, la contemplación de fauna y flora, el avistamiento de aves, camping y deportes náuticos en el río, como el canotaje.
Es un área protegida de más de un millón de hectáreas, ideal para encontrarte con una gran variedad de especies animales y vegetales, y disfrutar de los hermosos paisajes que ofrecen los atardeceres del Guanía. Este parque está compuesto por mesetas, llanuras y selva por la que pasan diversos ríos, lo cual le garantiza la riqueza en variedad de especies para conocer. Algunos turistas aprovechan su estadía para la práctica de deportes naúticos o pesca.
Se encuentra a diez minutos en lacha desde Inírida y es un lugar en el que se despierta el amor por el silencio que solo se rompe al caer la tarde con los sonidos de los animales de la selva que la protege y del agua. Allí verás a las toninas, “los delfines rosados del Amazonas” y tendrás la oportunidad de practicar el esquí náutico. Párate en el cerro de Mavicure
Por el río Inírida podrás llegar al río Guaviare, y más adelante -a una hora de camino- te encontrarás con las aguas del río Atabapo, y con las del Orinoco. De este encuentro de corrientes de diferentes colores y sedimentos, nace la forma de una estrella, mezcla única que da origen a un paisaje peculiar. Este lugar cuenta con el diploma de Territorio Ramsar, título que se otorga a los destinos con mayor riqueza hídrica del mundo. En el Guainía hay tres veces más agua que en todo el continente europeo.
Puedes visitar esta comunidad de la etnia curripaco. Este destino cuenta con dibujos grabados sobre enormes piedras a la orilla del río Inírida, que pertenecen a la época precolombina. De la misma forma, te recomendamos observar la desembocadura del río Inírida al Guaviare. Te encontrarás también con artesanos que combinan el barro y el tejillo denominado chiqui-chiqui, una técnica que produce piezas únicas que forman parte de su cosmología. La flor de Inírida, que le da su nombre a la capital del departamento del Guainía.
Es un lugar especial lleno de árboles ancestrales, perfecto para hacer senderismo y avistamiento de aves. Allí se degusta la comida típica de la región que consiste en diferentes elaboraciones a base de yuca, como el casabe y el mañoco; el pescado moqueado o envuelto en hoja de plátano; y bebidas como el mingado (agua con mañoco) y zumos de ceje y manaca, dos frutos de palmas de la región.
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